Hay que suponer que primero llegó la araña, si es que llegar es algo que puede decirse bajo estas especiales circunstancias, pues fue porque ella habría tejido que hubo aquí y allá. Habrá estado sola un tiempo también difícil de estimar, pues sólo la llegada de la mosca hizo posible el antes y el ahora.
La araña siendo un poco floja, tejió una tela cuyos hilos seguían los recorridos más sutiles del espacio, por lo que no era simétrica ni tenía una forma discernible. Cuando cayó la mosca, la araña no se precipitó a comerla del todo de una vez, sino que la mordió sólo para sustentarse dejándola viva. Suponemos que es porque no querría quedarse sola y porque no estaba garantizado que pronto llegara otro alimento.