Están como pez fuera del agua,
Mientras con el dedo siguen el compás de las trituradoras que les simpatizan.
Rasgan sus vestiduras, estoy a punto de sentirme menos solo
y recuerdo que al perder gritan para no escuchar
y que al ganar llaman a su mal justicia.
Con una mano levantada suplican paz,
con la otra toma un puño de tierra.