Rómpalos para que funcionen.
Poemas y ahora cuentos.
Carlos Marquez
lunes, 12 de noviembre de 2018
Fui al templo...
Fui al templo y estrujé mis dedos con fruición.
“¿Soy el lapsus de un culto?”, pregunté al sacerdote.
Quedándose con mi nada, quien en realidad era un portero, me dio una sonrisa amable.
“Soy el error de un ignorante”, pensé.